Prácticas de impacto para crear tu realidad

Usar el poder de la mente aún mas allá de los avances cientí�cos como dirigir una silla de ruedas o levantar objetos solo con el pensamiento.

Los científicos de la Universidad de Houston le piden que se imagine moviendo la mano. Unos milisegundos después de registrar la actividad cerebral, el movimiento aparece en la mano neuroprotésica del paciente.

Los avances científicos multidisciplinarios -desde la neurociencias, psicología, medicina, tecnología, robótica, domótica, entre otros-, nos permiten acceder a capacidades cerebrales que, hasta hace poco tiempo, nos eran prácticamente desconocidas.

Comandar su silla de ruedas con la mente, así como movilizar miembros propios o de otra persona inmovilizada y mover objetos, es posible desde una interfaz cerebro-máquina.

Creaciones que permiten lograr la rehabilitación de pacientes con epilepsia, déficit atencional, hiperactividad y otros desordenes neurológicos.

¡De ondas cerebrales a palabras! Otra interfaz cerebro-computadora que, utlizando inteligencia artificial, ayuda en desordenes neurológicos tales com parkinson, una apoplejia, esclerosis y otras disfunciones que limitan o detienen el habla.

En nuestros cursos de liderazgo utilizamos una tecnología de electoencefalograma que permite identificar ondas cerebrales. Según los pensamientos y situaciones, cada persona logra acceder a su emocionalidad, así como a estados de atención, tensión y/o de relajación, entre otras aplicaciones. Se trata de conocer nuestras capacidades, aumentar el propio autoconocimiento y usar cada vez más, los poderes de nuestra mente.

¡Nuestros pensamientos crean realidad!

En base a estas evidencias te propongo utilizar este poder para crear y vivir la realidad que querés. Y una vez más, la clave está en empezar por uno mismo. Podremos lograrlo a través del autoconocimiento y la autogestión de pensamientos, emociones y acciones. Pensamiento y emociones que son la suma de múltiples impulsos eléctricos generados por nuestras celulares cerebrales, las neuronas.

Otra buena noticia: los resultados propios -y también los que involucran a otros-, comienzan a evidenciarse a a medida que avanzamos. Esto es lo interesante, ya que el proceso de autoconocimiento y autogestión no concluirá jamás. ¡Es la vida misma! Cada uno a nivel individual -y los investigadores y científicos a nivel global-, iremos ganando terreno en el conocimiento de capacidades, técnicas e invenciones para aplicar y empoderarnos.

Para empezar te recomiendo lo siguiente:

1. Al iniciar el día, planificalo no solo con compromisos y agenda, sino también con cómo querés que sea ese día.

2. Imaginá qué estarás haciendo exactamente, para que pase lo que definiste y tomá nota para ejectuarlo.

3. Hacé un compromiso contigo, tal como si fuera con otra persona.

4. Si te parece, compartilo con alguien de tu entorno y eso afianzará todavía más tu compromiso.

5. Al analizar el día, destiná unos minutos para chequear cómo te fue, qué hiciste, dejaste de hacer, sentiste y pensaste.

6. Comentale tus resultados a la persona a quien se lo compartiste, en caso que lo hayas hecho.

7. Identificá lo que fue acierto para seguir generándolo.

8. Identificá lo que no salió como esperabas, recalculá y diseñá algo diferente para la próxima, teniendo en cuenta el resultado que esperas obtener.

9. Alimenta tu cerebro con lo que consumís.

10. Escuchá tu intuición que no es nada menos que un mensaje de tu cerebro.

Podés utilizar estos tips tanto a nivel de tus relaciones, como metas, cambios que te propongas, expectativas... Vale para lo hard y lo soft.

Recordá que todo empieza por tomar consciencia de los pensamientos, emociones y acciones. Tenés que generar una práctica de aprendizajes constantes y ponerte desafíos cada vez más alineados contigo.